“Meterle inestabilidad o conservar y conversar” Columna Noviembre 2021, Revista Cámara de Comercio de Santiago

Mauricio Peñaloza C.

“Meterle inestabilidad o conservar y conversar”

“En febrero de este año viajé a Castellón en España, a ver mi hija que estudiaba allá, y pude ver el triste escenario de casi todo el comercio cerrado por las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia Covid19.

Uno de los pocos pueblos que logramos visitar fue Ribesalbes, conocido por su artesanía en cerámica de origen árabe, el cual también estaba prácticamente cerrado, sin embargo, logramos conversar con don Joaquín Albalat, dueño de un local de artesanías quien nos abrió amablemente y en forma exclusiva su local y vimos toda la extraordinaria colección de cerámicas, lo cual fue bueno y malo: bueno porque colaboramos con don Joaquín y malo porque, como siempre, terminamos comprando más de lo que teníamos inicialmente presupuestado.

Yo compré una cerámica que tengo hoy en una mesa de mi oficina doméstica, la cual tiene grabado el siguiente refrán: “Esta casa está lo suficientemente limpia como para estar sano, y lo suficientemente sucia, como para ser feliz”.

Cada día de teletrabajo la veo y recuerdo la conversación con don Joaquín quien nos contó que estaba disminuyendo el trabajo de artesanías en cerámica en la zona debido fundamentalmente a que los jóvenes no estaban conservando esa antigua tradición traspasada entre las diversas generaciones de cada familia.

Recordé esto cuando hace algunos días el candidato a senador por Santiago y secretario general del partido Revolución Democrática, Sebastián Depolo, refiriéndose a la eventual presidencia de Gabriel Boric, señaló en una entrevista lo siguiente “Vamos a meterle inestabilidad al país porque vamos a hacer transformaciones importantes”.

Al igual que la suciedad en el refrán de mi cerámica, la inestabilidad no es negativa en sí misma, por el contrario, es consustancial a nuestra vida desafiante e incierta, pero debe equilibrarse adecuadamente con la necesaria estabilidad y conservación, al igual que la suciedad con la limpieza en una casa.

Una casa absolutamente sucia, es invivible, y una casa absolutamente limpia también lo es, ya que se torna en una prisión aséptica en que importa más la vivienda que quienes la habitan.

Al respecto, el profesor Humberto Maturana, recientemente fallecido, señalaba que lo más importante en las transformaciones e innovación es lo que se quiere conservar y que mediante el conversar construimos nuestra realidad con el otro.

Conservar y conversar para construir nuestra realidad. ¿Qué debemos conservar en nuestro país y cómo lo conversamos para definir qué y cómo lo construiremos?

Lo contradictorio de la propuesta política de “meterle inestabilidad” es que en materia laboral lo que se propone es casi absoluta estabilidad y rigidez, proponiendo restringir la causal de terminación del contrato de trabajo por necesidades de la empresa, ya fuertemente restringida por los tribunales laborales a escenarios casi de insolvencia e inviabilidad de la empresa, y en el caso de la educación, lo que se propone en la actual discusión legislativa, y por el Colegio de Profesores, es no permitir a los directores de los establecimientos educacionales públicos despedir a los profesores que tengan reiteradas evaluaciones deficientes de su desempeño.

También parece contradictorio que el programa de gobierno de Boric señale “Negociación colectiva multinivel, asegurando la libertad de las y los trabajadores para negociar”, ya que los trabajadores hoy tienen plena libertad, garantizada en la Constitución y en el Código del Trabajo, para decidir libremente si constituyen un sindicato, si se afilian a uno ya constituido, si se desafilian o no se afilian y si negocian colectivamente a través de sindicato o a través de grupo negociador.

¿Está muy limpia o sucia nuestra casa laboral para “meterle inestabilidad”? ¿Queremos saturarla de limpieza o de suciedad? ¿A quiénes queremos conservarle el derecho a conversar? ¿A los trabajadores y empleadores o a los partidos políticos?

“Meterle inestabilidad” a estas materias laborales sólo puede interpretarse como despojar a los propios trabajadores de su libertad sindical y obligarlos a afiliarse a un sindicato ajeno a la empresa para la que trabajan, eufemísticamente denominándolo en el referido programa de gobierno como “negociación colectiva multinivel”.

“Meterle inestabilidad” para lograr el control de los sindicatos y de las negociaciones colectivas por parte de los partidos políticos, sin importar la conservación de los intereses, condiciones y desarrollo real de los trabajadores, sus respectivas empresas y finalmente de todo el país.

La conclusión es clara: meterle inestabilidad para ensuciar las relaciones y conversaciones laborales entre trabajadores y empleadores con fines e intereses “limpiamente” políticos, aunque eso signifique que la casa se torne invivible.”

Ver publicación original